lunes, 1 de junio de 2009

LA CRÍTICA CONTRA un híbrido que quisiéramos olvidar

Por Pelónimo

El otro día estaba metido en mis pensamientos cuando recordé una de las peores aberraciones de la naturaleza.

Luego luego me imagine a todos los pitufos bien remputados con la Pitufina porque ninguno de ellos pudo darle amor, sin embargo, en un viaje a la playa y con unos alcoholes de más, se encontró con un visor de algún despistado bañista que lo dejó tirado. 3 meses después dio a luz a un híbrido de esos que no son nada pero que se parecen a todo y decidió que era una nueva raza llamada SNORKLES (Es-nor-quels)

Bueno, peor aún que la escena de Pitufina tirándose a un visor inanimado, es que a alguien se le ocurrió la maravillosa idea de darle media hora en televisión a los Snorkles. La verdad, ¿Alguien se acuerda de un capítulo en específico?

Esta caricatura pasó sin pena ni gloria, pero esos pequeños seres que el Capitán Ortega describió como diminutas criaturas submarinas del tamaño de su pulgar, se quedaron en el subconsciente colectivo como dato basura, ocupando neuronas que podríamos utilizar para almacenar cosas importantes como cuándo nos toca hacer la verificación del carro o nuestra CURP para no tener que estar buscando el papelito cada que nos la piden.



No hay comentarios:

Publicar un comentario